¿Qué es la sana doctrina? – La doctrina es ‚enseñanza escritural de verdades teológicas‘. Añadir el término sano a doctrina aguza la definición con las ideas de ’saludable‘ o ‚adecuado‘. Por tanto, una definición de cuando habla de sana doctrina es la siguiente: La sana doctrina es la enseñanza bíblica y adecuada de verdades teológicas que llevan a la salud espiritual y a vidas transformadas tanto de los individuos como de la iglesia La sana doctrina debe ser el contenido de cada sermón, de cada estudio bíblico, de cada canción y de cada libro que leamos en la iglesia.
¿Qué es la sana doctrina?
La doctrina de Cristo La doctrina de Cristo nos permite acceder al poder espiritual que nos elevará de nuestro estado espiritual actual a un estado en el que podemos llegar a ser perfeccionados. La visita de Jesús a los nefitas después de Su resurrección se organizó cuidadosamente para enseñarnos las cosas de mayor importancia.
- Comenzó con el Padre testificando a la gente que Jesús era Su ‚Hijo Amado, en quien ‚.
- Luego, Jesús mismo descendió y testificó de Su sacrificio expiatorio e invitó a la gente a ‚ con certeza‘ que Él era el Cristo diciéndoles que fueran y tocaran la herida de Su costado y las marcas de los clavos en las manos y los pies.
Esos testimonios establecieron, sin duda, que la expiación de Jesús se había llevado a cabo y que el Padre había cumplido Su convenio de proveer un Salvador. Entonces Jesús instruyó a los nefitas, enseñándoles la doctrina de Cristo, cómo obtener todas las bendiciones del plan de felicidad del Padre, las cuales están a nuestro alcance gracias a la expiación del Salvador.
- Mi mensaje de hoy se centra en la doctrina de Cristo.
- Las Escrituras definen la doctrina de Cristo como ejercer la fe en Jesucristo y en Su Expiación, arrepentirse, bautizarse, recibir el don del Espíritu Santo y perseverar hasta el fin.
- La expiación de Cristo crea las condiciones que nos permiten confiar en ‚los méritos, y misericordia, y gracia del Santo Mesías‘, en Cristo, obtener todo lo bueno y lograr la vida eterna.
Por otro lado, la doctrina de Cristo es el medio —el único medio— por el que podemos obtener todas las bendiciones que están disponibles a través de la expiación de Jesús. La doctrina de Cristo nos permite acceder al poder espiritual que nos elevará de nuestro estado espiritual actual a un estado en el que podemos llegar a ser perfeccionados como el Salvador.
- En cuanto al proceso de renacer, el élder D.
- Todd Christofferson ha enseñado: ‚Volver a nacer, a diferencia del nacimiento físico, es más un proceso que un acontecimiento, y el dedicarnos a ese proceso es el propósito central de la vida terrenal‘.
- Exploremos cada elemento de la doctrina de Cristo.
- Primero, fe en Jesucristo y en Su expiación.
Los profetas han enseñado que la fe empieza al oír la palabra de Cristo. Las palabras de Cristo testifican de Su sacrificio expiatorio y nos dicen cómo podemos obtener el perdón, las bendiciones y la exaltación. Al oír las palabras de Cristo, ejercemos fe cuando escogemos seguir las enseñanzas y el ejemplo del Salvador.
- Para hacerlo, Nefi nos enseñó que debemos confiar ‚íntegramente en los méritos de que es poderoso para salvar‘.
- Dado que Jesús era un Dios en la existencia preterrenal, vivió una vida sin pecado y durante Su expiación satisfizo todas las demandas de la justicia por ustedes y por mí, Él tiene el poder y las llaves para efectuar la resurrección de todos los hombres e hizo posible que la misericordia sobrepujara a la justicia mediante las condiciones del arrepentimiento.
Cuando entendemos que podemos obtener misericordia por medio de los méritos de Cristo, somos capaces de ‚tener fe para arrepentimiento‘. Confiar íntegramente en los méritos de Cristo es confiar en que Él hizo lo que era necesario para salvarnos y entonces actuar según nuestras creencias.
La fe también hace que dejemos de preocuparnos tanto por lo que los demás piensen de nosotros y empecemos a preocuparnos más por lo que Dios piensa de nosotros. Segundo, el arrepentimiento. Samuel el Lamanita enseñó: ’si creéis en nombre, os arrepentiréis de todos vuestros pecados‘. El arrepentimiento es un don preciado de nuestro Padre Celestial que se hizo posible mediante el sacrificio de Su Hijo Unigénito.
Es el proceso que el Padre nos ha dado por el cual cambiamos, o tornamos, los pensamientos, las obras y nuestro propio ser para llegar a ser más y más como el Salvador. No es solo para pecados grandes, sino que es un proceso diario de autoevaluación y mejoramiento que nos ayuda a superar nuestros pecados, imperfecciones, debilidades y carencias.
- El arrepentimiento hace que lleguemos a ser ‚discípulos verdaderos‘ de Cristo, lo cual nos llena de amor y desecha nuestros temores.
- El arrepentimiento no es un plan secundario en caso de que falle nuestro plan de tener una vida perfecta.
- El arrepentimiento continuo es la única senda que puede brindarnos gozo perdurable y nos permite volver a vivir con nuestro Padre Celestial.
Por medio del arrepentimiento llegamos a ser sumisos y obedientes a la voluntad de Dios. Eso no es algo que surja de la nada. El reconocimiento de la bondad de Dios y de nuestra nulidad, combinado con nuestros mejores esfuerzos por conciliar nuestra conducta con la voluntad de Dios, trae la gracia a nuestra vida.
- La gracia es ‚el medio divino de ayuda o fortaleza que se recibe por medio de la generosa misericordia y el amor de Jesucristo para hacer buenas obras que de otro modo no capaces de hacer por propios medios‘.
- Debido a que el arrepentimiento en realidad tiene que ver en cómo llegar a ser como el Salvador, lo cual es imposible de lograr por nosotros mismos, necesitamos desesperadamente Su gracia para hacer los cambios necesarios en nuestra vida.
Al arrepentirnos reemplazamos nuestras conductas, debilidades, imperfecciones y temores antiguos e injustos con conductas y creencias nuevas que nos acercan más al Salvador y nos ayudan a llegar a ser como Él. Tercero, el bautismo y la Santa Cena. El profeta Mormón enseñó que ‚las primicias del arrepentimiento es el bautismo‘.
- Para ser cabal, el arrepentimiento se debe combinar con la ordenanza del bautismo que administra alguien que posea la autoridad del sacerdocio de Dios.
- Para los miembros de la Iglesia, los convenios que se hacen en el bautismo y en otras ocasiones se renuevan al participar de la Santa Cena.
- En las ordenanzas del bautismo y de la Santa Cena, hacemos convenio de guardar los mandamientos del Padre y del Hijo, recordar siempre a Cristo y estar dispuestos a tomar Su nombre (o Su obra y atributos) sobre nosotros.
A cambio, el Salvador hace convenio de perdonar, o remitir, nuestros pecados y ‚ su Espíritu más abundantemente sobre ‚. Cristo también promete prepararnos para la vida eterna al ayudarnos a llegar a ser como Él. Douglas D. Holmes, Primer Consejero de la Presidencia General de los Hombres Jóvenes, ha escrito: ‚Las ordenanzas del bautismo y de la Santa Cena simbolizan tanto el resultado final como el proceso de nacer de nuevo.
En el bautismo, sepultamos al hombre viejo de la carne y andamos en vida nueva. En la Santa Cena, aprendemos que este cambio es un proceso gradual poco a poco, semana a semana, se nos transforma al arrepentirnos y hacer convenios, y a través de una medida mayor del Espíritu‘. Las ordenanzas y los convenios son esenciales en la doctrina de Cristo.
El poder de la divinidad se manifiesta en nuestra vida al recibir dignamente las ordenanzas del sacerdocio y observar los convenios que las acompañan. El élder D. Todd Christofferson explicó que ‚ese ‘poder de la divinidad‘ viene por medio de la persona y la influencia del Espíritu Santo‘.
Cuarto, el don del Espíritu Santo. Después del bautismo se nos da el don del Espíritu Santo por medio de la ordenanza de la confirmación. Este don, si lo recibimos, nos permite tener la compañía constante de un Dios y acceso continuo a la gracia que, por naturaleza, acompaña a Su influencia. Como nuestro compañero constante, el Espíritu Santo nos da poder o fortaleza adicionales para observar los convenios.
También nos santifica, lo cual significa que nos hace ‚ del pecado y mediante la expiación de Jesucristo‘. El proceso de santificación no solo nos limpia, sino que también nos inviste con los necesarios dones espirituales o atributos divinos del Salvador y cambia nuestra naturaleza misma, de tal modo ‚que ya no tenemos más disposición a obrar mal‘.
Cada vez que recibimos el Espíritu Santo en nuestra vida por medio de la fe, el arrepentimiento, las ordenanzas, el servicio cristiano y otros empeños justos, somos cambiados hasta que, paso a paso, poco a poco, llegamos a ser como Cristo. Quinto, perseverar hasta el fin. El profeta Nefi enseñó que después de recibir el don del Espíritu Santo, debemos ‚ hasta el fin, siguiendo el ejemplo del Hijo del Dios viviente‘.
El élder Dale G. Renlund describió el proceso de perseverar hasta el fin de la siguiente manera: ‚Podemos ser perfeccionados de manera reiterada y continua fe en, arrepentirnos, participar de la Santa Cena para renovar los convenios y las bendiciones del bautismo, y reclamar al Espíritu Santo como compañero constante en mayor medida.
- Al hacerlo, llegamos a ser más como Cristo y somos capaces de perseverar hasta el fin, con todo lo que ello implica‘.
- En otras palabras, la recepción del Espíritu Santo y el cambio que ese hecho crea en nosotros también contribuyen a edificar nuestra fe.
- Una fe mayor conduce a un arrepentimiento adicional.
Cuando, de manera simbólica, sacrificamos el corazón y los pecados en el altar de la Santa Cena, recibimos el Espíritu Santo en mayor medida. Recibir el Espíritu Santo en mayor medida nos hace avanzar más por el camino de nacer de nuevo. A medida que continuamos en este proceso y obtenemos todas las ordenanzas de salvación y los convenios del Evangelio, recibimos ‚gracia sobre gracia‘ hasta recibir una plenitud.
Hermanos y hermanas, al aplicar la doctrina de Cristo en nuestra vida somos bendecidos tanto temporal como espiritualmente, incluso en las pruebas. Con el tiempo, somos capaces de ‚ a todo lo bueno‘. Testifico que este proceso ha sucedido y sigue sucediendo en mi propia vida, paso a paso, poco a poco.
Pero lo más importante es que debemos aplicar la doctrina de Cristo en nuestra vida porque proporciona el único camino de regreso a nuestro Padre Celestial; es la única manera de recibir al Salvador y llegar a ser Sus hijos e hijas. De hecho, la única manera de ser redimidos del pecado y progresar espiritualmente es aplicar la doctrina de Cristo en nuestra vida.
De manera alternativa, el apóstol Juan enseñó que ‚el que no persevera en la doctrina de Cristo no tiene a Dios‘; y Jesús mismo dijo a los Doce nefitas que si no ejercemos fe en Cristo, no nos bautizamos y no perseveramos hasta el fin, seremos ‚cortado y echado en el fuego, de donde nunca más volver‘.
Entonces, ¿cómo podemos aplicar la doctrina de Cristo más plenamente a nuestra vida? Una manera sería hacer un esfuerzo consciente cada semana de prepararnos para la Santa Cena al dedicar un tiempo para considerar en oración aquellos aspectos en los que necesitamos mejorar.
Entonces podríamos llevar al altar de la Santa Cena un sacrificio de, por lo menos, una cosa que nos impide ser como Jesucristo, suplicar ayuda con fe, pedir los dones espirituales necesarios y hacer convenio de mejorar durante la semana siguiente. Al hacerlo, el Espíritu Santo acudirá a nuestra vida en mayor medida y tendremos fortaleza adicional para superar nuestras imperfecciones.
Testifico que Jesucristo es el Salvador del mundo y el único nombre mediante el cual podemos ser salvos. Todo lo que es bueno está a nuestro alcance solo por medio de Él; pero, para realmente ‚ a todo lo bueno‘, incluso la vida eterna, debemos aplicar continuamente la doctrina de Cristo en nuestra vida.
, Véase, Véase. Véase, Véase ;, La doctrina de Cristo se encuentra a lo largo de las Escrituras, pero predomina más en el Libro de Mormón.,, Véase, Véase, Ambas, la expiación de Cristo y la doctrina de Cristo constituyen el evangelio de Cristo (véase ). D. Todd Christofferson, “, Liahona, mayo de 2008, pág.78. Véase ; ; ;, Véase, Véase., Véase ; ;, Véase ;, Véase, Véase ; Dallin H. Oaks, “, Liahona, mayo de 2014, págs.49–52. Véase,, Confiar íntegramente en los méritos de Cristo incluye reconocer que Jesucristo es la única fuente de redención (véase ). También requiere que creamos que Cristo puede salvarnos individualmente. Esa es una de las razones por las que en se nos recomienda que al participar de la Santa Cena recordemos no solo que Cristo padeció, sino que lo hizo por cada uno de nosotros., Véase de Russell M. Nelson, “, Liahona, mayo de 2007, págs.102–105. Véase de Neil L. Andersen, “, Liahona, noviembre de 2009, págs.40–43. Véase de Jeffrey R. Holland, “, Liahona, mayo de 2006, págs.69–71; Anthony D. Perkins, “, Liahona, noviembre de 2006, págs.76–78., Véase, De hecho, nuestro arrepentimiento es una de las evidencias principales de que somos discípulos del Salvador. ¿Podemos decir realmente que seguimos a Cristo si no nos arrepentimos continuamente ni nos esforzamos por volver nuestro corazón y nuestras obras a Él? Véase, cuadernillo, 2013, pág.46. Véase, Véase ;. Véase ; ;, Diccionario bíblico de la Biblia SUD en inglés, “., Cuando participamos dignamente de la Santa Cena, renovamos todos los convenios que hemos hecho con Dios (véase de Delbert L. Stapley, en Conference Report, octubre de 1965, pág.14; L. Tom Perry, “, Liahona, mayo de 2006, pág.41). Véase de Dallin H. Oaks, ‚Testimony‘ (discurso pronunciado en el seminario para nuevos presidentes de misión el 25 de junio de 2014), págs.1–2. Véase ; véase también ; para conocer otros convenios que hacemos al bautizarnos. Véase,, Véase ; ; ;, Véase, Douglas D. Holmes, ‚Come unto Christ—the Doctrine of Christ‘, manuscrito inédito. Véase, D. Todd Christofferson, “, Liahona, mayo de 2009, pág.22. La confirmación se realiza mediante la imposición de manos (véase, por ejemplo, ). Véase ; Guía para el Estudio de las Escrituras, “, scriptures.lds.org. Véase ; ;, Véase, Guía para el Estudio de las Escrituras, “, scriptures.lds.org. Véase ; ; Véase ; ; Bruce R. McConkie, ‚ Las diez bendiciones del sacerdocio ‚, Liahona, febrero de 1978, págs.41–45., El Espíritu Santo también nos guía de regreso a nuestro Padre Celestial (véase ; ) al ayudarnos a saber qué debemos hacer para llegar a ser como Cristo (véase ; ; )., Perseverar hasta el fin es un término bien acuñado, ya que requiere tiempo así como perseverancia (véase ). La verdad es que no podemos desarrollar algunos atributos de Cristo sin enfrentar oposición y dificultades. Por ejemplo, ¿cómo podemos ser longánimes si nunca se nos requiere sufrir por mucho tiempo? Dale G. Renlund, “, Liahona, mayo de 2015, pág.56. Véase, ; véase también, Véase, Véase,,, Podríamos ofrecer el mismo sacrificio durante semanas hasta que, con la ayuda del Salvador, y como enseñó el élder Neal A. Maxwell, ’se consuma‘ (“, Liahona, julio de 1995, pág.78). Véase, Véase,,
: La doctrina de Cristo
¿Qué significa biblicamente la palabra doctrina?
Doctrina, un término que proviene del latín doctrīna, es el conjunto de enseñanzas que se basa en un sistema de creencias, Se trata de los principios existentes sobre una materia determinada, por lo general con pretensión de validez universal. Por ejemplo: ‚La doctrina cristiana postula la existencia de un Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo‘, ‚La propiedad privada es contraria a la doctrina socialista y debe ser abolida de nuestra sociedad‘, La doctrina cristiana sienta las bases para el desarrollo de esta religión.
¿Cuáles son las doctrinas de la Biblia?
En las Escrituras se hace referencia a ese plan como el Plan de Salvación, el gran plan de felicidad, el plan de redención y el plan de misericordia. El Plan de Salvación comprende la Creación, la Caída, la expiación de Jesucristo y todas las leyes, ordenanzas y doctrinas del Evangelio.
¿Cuál es la importancia de la doctrina?
La doctrina actúa en el legislador y provoca su reacción; se trata de una fuente del derecho que incide de manera mediata. La doctrina ejerce también una función en la aplicación de la ley; es difícil negar su calidad de fuente del derecho en esta actividad, sino se quiere distorsionar la realidad.
¿Cuál era la doctrina de Jesús de Nazaret?
Nuestra más profunda gratitud y amor a la hermana Beck, a la hermana Allred y a la hermana Thompson y a la mesa directiva de la Sociedad de Socorro. Últimamente hemos visto un creciente interés del público en las creencias de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Esto es algo que recibimos con alegría porque, después de todo, nuestra comisión fundamental es enseñar el evangelio de Jesucristo, Su doctrina, en todo el mundo (véase Mateo 28:19–20 ; D. y C.112:28 ). Pero debemos admitir que ha habido y aún existe cierta confusión acerca de nuestra doctrina y de cómo está establecida; ése es el tema sobre el que deseo hablar hoy.
El Salvador enseñó Su doctrina en el meridiano de los tiempos y Sus apóstoles lucharon tenazmente por preservarla contra una constante avalancha de tradiciones y filosofías falsas. Las epístolas del Nuevo Testamento hacen referencia a numerosos incidentes que demuestran que durante el ministerio de los apóstoles ya había comenzado esa grave y extendida apostasía 1,
- Ocasionales rayos de luz del Evangelio iluminaron los siglos que siguieron hasta que, en el siglo diecinueve, una brillante aurora de Restauración irrumpió en el mundo y el evangelio de Jesucristo, pleno y completo, se encontró una vez más sobre la tierra.
- Ese día glorioso empezó cuando en ‚una columna de luz, más brillante que el sol‘ ( José Smith—Historia 1:16 ), Dios el Padre y Su Amado Hijo Jesucristo visitaron al joven José Smith e iniciaron lo que prácticamente llegaría a ser un diluvio de revelación unido a la autoridad y el poder divinos.
En estas revelaciones encontramos lo que se podría llamar la doctrina básica de la Iglesia de Jesucristo restablecida sobre la tierra. Jesucristo mismo definió esa doctrina en estas palabras registradas en el Libro de Mormón: Otro Testamento de Jesucristo: ‚ésta es mi doctrina, y es la doctrina que el Padre me ha dado; y yo doy testimonio del Padre, y el Padre da testimonio de mí, y el Espíritu Santo da testimonio del Padre y de mí; y yo testifico que el Padre manda a todos los hombres, en todo lugar, que se arrepientan y crean en mí.
Y cualquiera que crea en mí, y sea bautizado éste será salvo; y son ellos los que heredarán el reino de Dios. ‚Y quien no crea en mí, ni sea bautizado, será condenado. ‚ y quien en mí cree, también cree en el Padre; y el Padre le testificará a él de mí, porque lo visitará con fuego y con el Espíritu Santo ‚De cierto, de cierto os digo que ésta es mi doctrina; y los que edifican sobre esto, edifican sobre mi roca, y las puertas del infierno no prevalecerán en contra de ellos‘ ( 3 Nefi 11:32–35, 39 ).
Éste es nuestro mensaje, la roca sobre la cual edificamos, el fundamento de todo lo demás en la Iglesia. Al igual que todo lo que proviene de Dios, esta doctrina es pura, es clara, es fácil de entender, aún para un niño. Con alegres corazones, invitamos a todos a que la reciban.
- En La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ‚creemos todo lo que Dios ha revelado, todo lo que actualmente revela, y creemos que aún revelará muchos grandes e importantes asuntos pertenecientes al reino de Dios‘ ( Artículos de Fe 1:9 ).
- Esto quiere decir que aunque todavía hay mucho que no sabemos, las verdades y la doctrina que hemos recibido han venido y seguirán viniendo por medio de la revelación divina.
En las tradiciones de ciertas religiones, los teólogos afirman tener la misma autoridad para enseñar que los líderes eclesiásticos, y los asuntos de doctrina pueden llegar a convertirse en una competencia de opiniones entre ellos. Algunos se basan en los consejos ecuménicos de la Edad Media y sus credos; otros ponen un énfasis primordial en el razonamiento de teólogos que vivieron después de los apóstoles o en la hermenéutica y la exégesis bíblicas.
Valoramos la erudición que realza el entendimiento, pero en la Iglesia hoy día, tal como en la antigüedad, el establecer la doctrina de Cristo o el corregir las desviaciones en cuanto a la doctrina es un asunto de revelación divina a aquellos que el Señor inviste con autoridad apostólica 2, En 1954, el presidente J.
Reuben Clark Jr., que era consejero de la Primera Presidencia, explicó la forma en que se promulga la doctrina en la Iglesia y la función preeminente del Presidente de la Iglesia. Refiriéndose a los miembros de la Primera Presidencia y del Quórum de los Doce Apóstoles, declaró: ‚ que a algunas de las Autoridades Generales se les ha asignado un llamamiento especial; poseen un don especial; se les ha sostenido como profetas, videntes y reveladores, lo cual les da una investidura espiritual especial en relación con la responsabilidad de enseñar a la gente.
Ellos tienen el derecho, el poder y la autoridad de dar a conocer la disposición y la voluntad de Dios a Su pueblo, estando sujetos al poder y a la autoridad absolutos del Presidente de la Iglesia. A otras Autoridades Generales no se les da esta investidura espiritual especial ni autoridad con respecto a sus enseñanzas; y por consiguiente ellos tienen una limitación, y dicha limitación en su poder y autoridad en la enseñanza se aplica a todo otro oficial y miembro de la Iglesia, ya que ninguno de ellos está espiritualmente investido como profeta, vidente y revelador.
Más aún, como ya se ha indicado, el Presidente de la Iglesia tiene una investidura espiritual especial y mayor en este aspecto, ya que él es el Profeta, Vidente y Revelador para toda la Iglesia‘ 3, ¿En qué forma revela el Salvador Su voluntad y doctrina a los profetas, videntes y reveladores? Podrá actuar por medio de un mensajero o por Su propia persona; podrá hablar por Su propia voz, o por la voz del Santo Espíritu, una comunicación de Espíritu a espíritu que se puede expresar con palabras o sentimientos que transmiten entendimiento más allá de las palabras (véase 1 Nefi 17:45 ; D.
- Y C.9:8 ).
- Podrá dirigirse Él mismo a Sus siervos en forma individual o en consejo (véase 3 Nefi 27:1–8 ).
- Cito dos relatos del Nuevo Testamento.
- El primero fue una revelación dirigida al cabeza de la Iglesia.
- Al comienzo del libro de Hechos, los apóstoles de Cristo declaraban el mensaje del Evangelio sólo a los judíos, siguiendo el modelo del ministerio de Jesús (véase Mateo 15:24 ), pero entonces, según el tiempo del Señor, había llegado el momento para un cambio.
En Jopa, Pedro tuvo un sueño en el cual vio una variedad de animales que eran bajados del cielo a la tierra en ‚un gran lienzo atado de los cuatro cabos‘ ( Hechos 10:11 ) y se le mandó ‚mata y come‘ ( Hechos 10:13 ). Pedro estaba renuente, ya que algunos de los animales eran cosa ‚inmunda‘ bajo la ley de Moisés, y Pedro nunca había quebrantado el mandamiento de comer de ellas.
Sin embargo, la voz le dijo a Pedro en su sueño: ‚Lo que Dios ha limpiado, no lo llames tú común‘ ( Hechos 10:15 ). El significado de ese sueño se esclareció cuando, poco después, varios hombres enviados por el centurión romano Cornelio llegaron a la casa de Pedro con la petición de que fuera a enseñar a su amo.
Cornelio había llamado a un grupo grande de parientes y amigos y al encontrarlos ansiosos de recibir su mensaje, Pedro dijo: ‚Dios me ha mostrado que a ningún hombre llame común o inmundo; ‚ En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, ’sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace lo justo‘ ( Hechos 10:28, 34–35 ; véase también versículos 17–24 ).
- Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el mensaje.
- Y los que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo.
- Entonces respondió Pedro: ‚¿Acaso puede alguno impedir el agua, para que no sean bautizados éstos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros?‘ ( Hechos 10:44–47 ).
Mediante esta experiencia y revelación dada a Pedro, el Señor modificó la práctica de la Iglesia y reveló una comprensión doctrinal más completa a Sus discípulos. Y de ese modo se extendió la predicación del Evangelio para abarcar a toda la humanidad.
- Más adelante, en el libro de Hechos encontramos otro relato un tanto similar, mostrando en esta ocasión cómo la revelación sobre asuntos de doctrina se puede recibir al reunirse en consejo.
- Surgió una disensión sobre si la circuncisión que se exigía bajo la ley de Moisés debía prolongarse como un mandamiento en el Evangelio y en la Iglesia de Cristo (véase Hechos 15:1, 5 ).
‚Entonces se reunieron los apóstoles y los ancianos para examinar este asunto‘ ( Hechos 15:6 ). El registro que tenemos de este consejo ciertamente está incompleto, pero se nos dice que después de ‚mucha discusión‘ ( Hechos 15:7 ), Pedro, el apóstol de mayor antigüedad, se puso de pie y declaró lo que el Espíritu Santo le había confirmado.
Recordó al consejo que cuando se empezó a predicar el Evangelio a los gentiles no circuncidados en la casa de Cornelio, ellos habían recibido el Espíritu Santo al igual que los conversos judíos circuncidados. Dios, dijo él, ’ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones.
‚Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo, que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? ‚Antes bien, creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, al igual que ellos‘ ( Hechos 15:9–11 ; véase también versículo 8 ).
- Después de que Pablo, Bernabé y tal vez otros hablaron para apoyar la declaración de Pedro, Jacobo propuso que la decisión se implementara por carta a la Iglesia, y el consejo llegó ‚a un acuerdo‘ ( Hechos 15:25 ; véase también versículos 12–23 ).
- En la carta en la que anunciaban su decisión, los apóstoles dijeron: ‚ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros‘ ( Hechos 15:28 ), o, en otras palabras, esa decisión se recibió por revelación divina por medio del Santo Espíritu.
Hoy día se siguen esos mismos modelos en la Iglesia restaurada de Jesucristo. El Presidente de la Iglesia puede anunciar o interpretar doctrinas basadas en la revelación que haya recibido (véase, por ejemplo, D. y C.138 ). La interpretación doctrinal también se puede recibir por medio del consejo combinado de la Primera Presidencia y del Quórum de los Doce Apóstoles (véase, por ejemplo, Declaración Oficial 2 ).
- Las deliberaciones en consejo incluirán con frecuencia la consideración de los libros canónicos, las enseñanzas de los líderes de la Iglesia y prácticas anteriores.
- Pero al final, al igual que en la Iglesia del Nuevo Testamento, el objetivo no es simplemente lograr el consenso entre los miembros del consejo, sino la revelación de Dios.
Es un proceso en el que se toma en cuenta tanto la razón como la fe para obtener la disposición y la voluntad del Señor 4, Al mismo tiempo, se debe recordar que no toda declaración que haya hecho un líder de la Iglesia, pasada o presente, necesariamente constituye doctrina.
- Comúnmente se da por entendido en la Iglesia que una declaración hecha por un líder en una ocasión a menudo representa una opinión personal que, aunque bien pensada, no quiere decir que sea oficial o se vincule a toda la Iglesia.
- El profeta José Smith enseñó que ‚un profeta es un profeta únicamente cuando está actuando como tal‘ 5,
El presidente Clark, citado anteriormente, declaró: ‚Una sencilla historia que me contó mi padre cuando yo era niño ilustra este punto. No sé con qué autoridad, pero ilustra el punto. Su relato fue que durante la algarabía ocasionada por la llegada del, el hermano Brigham predicó en una reunión por la mañana un sermón lleno de despecho al ejército que se aproximaba, declarando la intención de oponerse a ellos y expulsarlos.
En la reunión de la tarde se puso de pie y dijo que Brigham Young había hablado en la mañana, pero que ahora iba a hablar el Señor. Entonces pronunció un discurso, el ritmo del cual fue lo opuesto al discurso de la mañana ‚ La Iglesia sabrá por el testimonio del Espíritu Santo que mora en el cuerpo de los miembros si las Autoridades Generales, al expresar sus opiniones, lo hacen por la ‘inspiración del Espíritu Santo‘, y a su debido tiempo, ese conocimiento se dará a conocer‘ 6,
El profeta José Smith confirmó la misión central del Salvador en nuestra doctrina en una frase definitiva: ‚Los principios fundamentales de nuestra religión son el testimonio de los apóstoles y de los profetas concernientes a Jesucristo: que murió, fue sepultado, se levantó al tercer día y ascendió a los cielos; y todas las otras cosas que pertenecen a nuestra religión son únicamente apéndices de eso‘ 7,
- El testimonio de José Smith acerca de Jesucristo es que Él vive, ‚porque lo, sí, a la diestra de Dios; y la voz testificar que él es el Unigénito del Padre‘ ( D.
- Y C.76:23 ; véase también versículo 22 ).
- Suplico a todos los que oigan o lean este mensaje que procuren, por medio de la oración y el estudio de las Escrituras, ese mismo testimonio del divino carácter, de la expiación y de la resurrección de Jesucristo.
Acepten Su doctrina mediante el arrepentimiento, siendo bautizados y recibiendo el don del Espíritu Santo y luego, a lo largo de su vida, sigan las leyes y los convenios del evangelio de Jesucristo. Al acercarse nuestra celebración de la Pascua, expreso mi testimonio de que Jesús de Nazaret fue y es el Hijo de Dios, el mismo Mesías de las profecías antiguas.
Él es el Cristo que sufrió en Getsemaní, que murió en la cruz y fue sepultado, y quien verdaderamente se levantó de nuevo al tercer día. Él es el Señor resucitado, por medio de quien todos seremos resucitados y por quien todos los que deseen podrán ser redimidos y exaltados en Su reino celestial. Ésta es nuestra doctrina, confirmando todos los testamentos anteriores de Jesucristo y declarados de nuevo en nuestro tiempo.
En el nombre de Jesucristo. Amén.
¿Qué es doctrina resumen?
Doctrina, un término que proviene del latín doctrīna, es el conjunto de enseñanzas que se basa en un sistema de creencias. Se trata de los principios existentes sobre una materia determinada, por lo general con pretensión de validez universal.
¿Qué es una doctrina elemental?
Es el conjunto de enseñanzas que afectan a un individuo tanto en el intelecto como en su vida espiritual y moral.
¿Quién hace la doctrina?
En el Derecho, la doctrina es una reflexión teórica relativa a las diferentes cuestiones jurídicas que plantea la organización y contenido del ordenamiento jurídico, que puede estudiarse sobre todo a través de la enorme cantidad de literatura jurídica que existe.
Es una fuente material del derecho, y tiene una indudable transcendencia en el ámbito jurídico. En el siglo XIX fue Friedrich Karl von Savigny, quien resaltó la importancia del trabajo y la doctrina de los juristas, La doctrina jurídica surge principalmente de las universidades, que estudian el derecho vigente y lo interpretan dentro de la ciencia del derecho.
No tiene fuerza obligatoria, y no se reconoce como fuente oficial del derecho en la mayoría de los sistemas jurídicos, Por la vía de los hechos, sin embargo, constituye una fuerza de convicción para el juez, el legislador y el desarrollo del derecho consuetudinario, dado que la opinión y la crítica de los teóricos del derecho influye en la formación de la opinión de los que, posteriormente, crean normas nuevas o aplican las existentes.
¿Donde dice en la Biblia cuídate de ti mismo?
Tiempo estimado de lectura: Isaias Godoy | 26 abril 2018 1 Timoteo 4:16 Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren. En nuestros tiempos ha comenzado un gran despertar evangélico alrededor del mundo, particularmente en países hispanohablantes.
- Hoy en día, es simplemente asombroso observar cada ves más y más personas que están hambrientas de escuchar la palabra de Dios y la sana doctrina.
- Aún cuando esto sea parte de los planes perfectos y soberanos de Dios, somos responsables de no sólo cuidar y aprender la sana doctrina, sino también de cuidar y analizar nuestra relación con Cristo.
Esto no sólo se relaciona con todos los cristianos que conformamos el pueblo de Dios, sino aún más, con aquellos quienes tenemos la responsabilidad de pastorear a la grey a través de la exposición bíblica de la Escritura y a del cuidado de las almas de nuestros hermanos en la fe.
- Sin embargo, en numerosas ocasiones he escuchado la triste noticia de algunos hombres que en algún momento predicaron y defendieron la palabra de Dios, pero que han caído y continuan viviendo en pecado o que por negligencia o egoismo han dejado el ministerio.
- En el peor de los casos, algunos de ellos incluso han abandonado la fe, demostrando así que nunca fueron realmente salvos ( 1 Jn 2:19 ).
La verdad es está: muchas veces predicamos y hablamos lo que Dios dice en su Palabra, sin realmente analizar si nosotros mismos vivimos lo que proclamamos y enseñamos. El pastor está llamado a no sólo tener celo de la sana doctrina y de enseñarla, sino también está llamado a tener cuidado de su vida espiritual delante de Dios.
En 1 de Timoteo 4:6, Pablo claramente demuestra que el hombre de Dios no sólo debe ser un fiel expositor y predicador de las escrituras. Sino que el mismo tiene que analizar su vida espiritual y debe cuidarse de si mismo. La frase ‚ten cuidado de ti mismo‘ demuestra algunas advertencias importantes a las cuales debemos prestar atención.
En primer lugar, la palabra griega que Pablo utiliza al decir ‚ten cuidado‘ (ἔπεχε – epechō ) transmite la idea de prestar atención u observar algo con mucho cuidado. En otras palabras, Pablo quiere que Timoteo continúe observando con detenimiento y cuidado su propia vida y carácter.
- Esto implica que el pastor/líder de la iglesia debe analizar precavidamente su caminar con Cristo.
- En segundo lugar, Pablo no le está dando una opción a Timoteo, ni mucho menos una sugerencia.
- Sino que da un mandato directo para que Timoteo continuara practicando algo que ya estaba haciendo.
- En pocas palabras, Pablo sabía con certeza que Timoteo estaba viviendo piadosamente y el sabía de su fe en Jesucristo ( 1 Tim.4:14 ; Hechos 16:1-3).
Sin embargo, a pesar de esto, Pablo deseaba que Timoteo (y todo pastor) continuara perseverando en la fe y prestando atención a su carácter. En tercer lugar, Pablo no sólo manda a que Timoteo prestara atención a su propia vida, sino también a la sana doctrina.
- La palabra que Pablo utiliza al decir ’sana doctrina‘ (διδασκαλίᾳ – didaskalia ) es un tanto genérica.
- Literalmente Pablo dice ‚enseñanza‘ o ‚instrucción.‘ Sin embargo, es evidente que en el contexto de las epístolas pastorales, Pablo utiliza esta palabra en referencia a la sana doctrina, las instrucciones, las enseñanzas de Cristo y la verdad del consejo de Dios.
De esta manera, el mandato no es solo prestar atención a las enseñanzas de la sana doctrina, sino también al testimonio y la vida personal de cada hombre de Dios de una manera individual. Dentro de nuestros grupos reformados, muchos hemos tenido la tendencia de prestar tanta atención a la exposición Bíblica de la Escritura así como de la sana doctrina, que muchos de nosotros podemos caer en el peligro de ignorar nuestra relación personal con Cristo.
- Aunque en cierta manera esto se ve algo contradictorio (ya que muchos asumen que el predicar sana doctrina es sinonimo de santidad aun cuando no lo es), es sorpréndete ver como muchos líderes, pastores, predicadores y expositores de la sana doctrina fallan en poner en práctica lo que predican.
- Muchos han predicado en sus púlpitos verdades bíblicas, y doctrina que exalta la gloria de Dios, sin darse cuenta que ellos mismos están en desobediencia, o incluso siguen muertos en sus pecados.
La única manera en la que el ministerio del pastor puede ser bíblicamente efectivo, es que su vida personal delante de Dios esté aprobada. El pastor debe ser irreprensible y debe ser alguien que ha entendido su salvación y su posición espiritual delante de nuestro Redentor ( 1 Tim.3:1-7 ).
- Si uno predica sin tener una relación personal verdadera con Dios o predica sabiendo qué hay pecado en su vida, parece estar ignorando que predica juicio para si mismo (Santiago 3:1).
- En su libro ‚ El Pastor Reformado,‘ el puritano reformado Richard Baxter expresó alarmantemente la necesidad que tiene el predicador de la palabra de Dios de revisar su andar con Cristo: Primeramente, tenga cuidado de usted mismo.
Asegúrese de que ha sido verdaderamente convertido. Tenga cuidado de no estar predicando acerca de Cristo a otros, mientras que usted mismo está sin Cristo. Se les ha prometido una recompensa gloriosa a los fieles predicadores del evangelio, pero usted jamás disfrutar de esta recompensa, a menos que usted mismo haya recibido primeramente el evangelio Hay muchos predicadores que están ahora en el infierno, quienes advertían muchas veces a sus oyentes de la necesidad de escapar de el.
Tenga cuidado de usted mismo y de la sana doctrina. William Arndt, Frederick W. Danker, Walter Bauer, and F. Wilbur Gingrich, A Greek-English Lexicon of the New Testament and Other Early Christian Literature (Chicago: University of Chicago Press, 2000), 362. Wallace, Daniel B. Greek Grammar: Beyond the Basics (Grand Rapids: Zondervan, 1996), 485-86, 520-21.
Cf.1 Ti 1:9, 10 ; 2:10 ; 4:1, 6, 13, 16 ; 5:17 ; 6:1, 3 ; 2 Ti 3:10, 16 ; 4:3 ; Tit 1:9 ; 2:1, 7, En Romanos 12:7, esta palabra se utiliza en referencia a aquellos creyentes que tienen el don de la ‚enseñanza‘ o el don de la ‚instrucción.‘ Mas adelante en el 15:4, Pablo utiliza esta palabra en relación a lo escrito en el Antiguo Testamento, que sirve como ‚instrucción‘ para el creyente.
¿Cuántas veces aparece la palabra doctrina en la Biblia?
La palabra ‚ doctrina ‚ aparece más de 50 veces en la Biblia.
¿Donde dice en la Biblia cuídate de ti mismo?
Tiempo estimado de lectura: Isaias Godoy | 26 abril 2018 1 Timoteo 4:16 Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren. En nuestros tiempos ha comenzado un gran despertar evangélico alrededor del mundo, particularmente en países hispanohablantes.
Hoy en día, es simplemente asombroso observar cada ves más y más personas que están hambrientas de escuchar la palabra de Dios y la sana doctrina. Aún cuando esto sea parte de los planes perfectos y soberanos de Dios, somos responsables de no sólo cuidar y aprender la sana doctrina, sino también de cuidar y analizar nuestra relación con Cristo.
Esto no sólo se relaciona con todos los cristianos que conformamos el pueblo de Dios, sino aún más, con aquellos quienes tenemos la responsabilidad de pastorear a la grey a través de la exposición bíblica de la Escritura y a del cuidado de las almas de nuestros hermanos en la fe.
- Sin embargo, en numerosas ocasiones he escuchado la triste noticia de algunos hombres que en algún momento predicaron y defendieron la palabra de Dios, pero que han caído y continuan viviendo en pecado o que por negligencia o egoismo han dejado el ministerio.
- En el peor de los casos, algunos de ellos incluso han abandonado la fe, demostrando así que nunca fueron realmente salvos ( 1 Jn 2:19 ).
La verdad es está: muchas veces predicamos y hablamos lo que Dios dice en su Palabra, sin realmente analizar si nosotros mismos vivimos lo que proclamamos y enseñamos. El pastor está llamado a no sólo tener celo de la sana doctrina y de enseñarla, sino también está llamado a tener cuidado de su vida espiritual delante de Dios.
En 1 de Timoteo 4:6, Pablo claramente demuestra que el hombre de Dios no sólo debe ser un fiel expositor y predicador de las escrituras. Sino que el mismo tiene que analizar su vida espiritual y debe cuidarse de si mismo. La frase ‚ten cuidado de ti mismo‘ demuestra algunas advertencias importantes a las cuales debemos prestar atención.
En primer lugar, la palabra griega que Pablo utiliza al decir ‚ten cuidado‘ (ἔπεχε – epechō ) transmite la idea de prestar atención u observar algo con mucho cuidado. En otras palabras, Pablo quiere que Timoteo continúe observando con detenimiento y cuidado su propia vida y carácter.
- Esto implica que el pastor/líder de la iglesia debe analizar precavidamente su caminar con Cristo.
- En segundo lugar, Pablo no le está dando una opción a Timoteo, ni mucho menos una sugerencia.
- Sino que da un mandato directo para que Timoteo continuara practicando algo que ya estaba haciendo.
- En pocas palabras, Pablo sabía con certeza que Timoteo estaba viviendo piadosamente y el sabía de su fe en Jesucristo ( 1 Tim.4:14 ; Hechos 16:1-3).
Sin embargo, a pesar de esto, Pablo deseaba que Timoteo (y todo pastor) continuara perseverando en la fe y prestando atención a su carácter. En tercer lugar, Pablo no sólo manda a que Timoteo prestara atención a su propia vida, sino también a la sana doctrina.
La palabra que Pablo utiliza al decir ’sana doctrina‘ (διδασκαλίᾳ – didaskalia ) es un tanto genérica. Literalmente Pablo dice ‚enseñanza‘ o ‚instrucción.‘ Sin embargo, es evidente que en el contexto de las epístolas pastorales, Pablo utiliza esta palabra en referencia a la sana doctrina, las instrucciones, las enseñanzas de Cristo y la verdad del consejo de Dios.
De esta manera, el mandato no es solo prestar atención a las enseñanzas de la sana doctrina, sino también al testimonio y la vida personal de cada hombre de Dios de una manera individual. Dentro de nuestros grupos reformados, muchos hemos tenido la tendencia de prestar tanta atención a la exposición Bíblica de la Escritura así como de la sana doctrina, que muchos de nosotros podemos caer en el peligro de ignorar nuestra relación personal con Cristo.
- Aunque en cierta manera esto se ve algo contradictorio (ya que muchos asumen que el predicar sana doctrina es sinonimo de santidad aun cuando no lo es), es sorpréndete ver como muchos líderes, pastores, predicadores y expositores de la sana doctrina fallan en poner en práctica lo que predican.
- Muchos han predicado en sus púlpitos verdades bíblicas, y doctrina que exalta la gloria de Dios, sin darse cuenta que ellos mismos están en desobediencia, o incluso siguen muertos en sus pecados.
La única manera en la que el ministerio del pastor puede ser bíblicamente efectivo, es que su vida personal delante de Dios esté aprobada. El pastor debe ser irreprensible y debe ser alguien que ha entendido su salvación y su posición espiritual delante de nuestro Redentor ( 1 Tim.3:1-7 ).
Si uno predica sin tener una relación personal verdadera con Dios o predica sabiendo qué hay pecado en su vida, parece estar ignorando que predica juicio para si mismo (Santiago 3:1). En su libro ‚ El Pastor Reformado,‘ el puritano reformado Richard Baxter expresó alarmantemente la necesidad que tiene el predicador de la palabra de Dios de revisar su andar con Cristo: Primeramente, tenga cuidado de usted mismo.
Asegúrese de que ha sido verdaderamente convertido. Tenga cuidado de no estar predicando acerca de Cristo a otros, mientras que usted mismo está sin Cristo. Se les ha prometido una recompensa gloriosa a los fieles predicadores del evangelio, pero usted jamás disfrutar de esta recompensa, a menos que usted mismo haya recibido primeramente el evangelio Hay muchos predicadores que están ahora en el infierno, quienes advertían muchas veces a sus oyentes de la necesidad de escapar de el.
- Tenga cuidado de usted mismo y de la sana doctrina.
- William Arndt, Frederick W.
- Danker, Walter Bauer, and F.
- Wilbur Gingrich, A Greek-English Lexicon of the New Testament and Other Early Christian Literature (Chicago: University of Chicago Press, 2000), 362.
- Wallace, Daniel B.
- Greek Grammar: Beyond the Basics (Grand Rapids: Zondervan, 1996), 485-86, 520-21.
Cf.1 Ti 1:9, 10 ; 2:10 ; 4:1, 6, 13, 16 ; 5:17 ; 6:1, 3 ; 2 Ti 3:10, 16 ; 4:3 ; Tit 1:9 ; 2:1, 7, En Romanos 12:7, esta palabra se utiliza en referencia a aquellos creyentes que tienen el don de la ‚enseñanza‘ o el don de la ‚instrucción.‘ Mas adelante en el 15:4, Pablo utiliza esta palabra en relación a lo escrito en el Antiguo Testamento, que sirve como ‚instrucción‘ para el creyente.
¿Qué dice la Biblia en Tito 2 1?
Tito 2
- 1 Pero tú, lo que está de acuerdo con la sana,
- 2 Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia.
- 3 Las ancianas, asimismo, sean reverentes en su porte; no, no dadas a mucho vino, maestras de lo bueno;
- 4 que enseñen a las jóvenes a a sus maridos y a a sus hijos,
- 5 a ser prudentes,, cuidadosas de su, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.
- 6 Exhorta, asimismo, a los jóvenes a ser sensatos;
- 7 preséntate en todo como ejemplo de buenas ; en la enseñanza, mostrando integridad,,
- 8 sana e irreprensible, de modo que el adversario se avergüence y no tenga nada que decir de vosotros.
- 9 Exhorta a los a que estén sujetos a sus amos, que les agraden en todo y que no sean respondones;
- 10 no, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo la doctrina de Dios nuestro Salvador.
- 11 Porque la de Dios que trae salvación a todos los hombres se ha manifestado,
- 12 enseñándonos que, rechazando la y los mundanos, vivamos en este sobria, y piadosamente,
- 13 aguardando la esperanza bienaventurada y la gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,
- 14 se dio a sí mismo por nosotros para de toda iniquidad, y para sí un, de buenas obras.
15 Esto habla y exhorta, y con toda, Nadie te desprecie.
¿Que nos enseña Tito 2?
El evangelio es la manifestación mayor y más perfecta de quién Dios es y de Su Amor. Porque en el Evangelio aprendimos qué es lo valioso: la gracia del Señor nos ha abierto los ojos a la vanidad de las cosas que persigue el mundo, y nos ha permitido conocer la belleza de Cristo, de la santidad.